El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación.
El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos. Numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las políticas sanitarias, la educación o la gestión de los recursos naturales.
Es de esta forma en que la UNESCO declara a la CETRERIA como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en Noviembre de 2010.
La cetrería moderna, además de centrarse en sus actividades tradicionales, también se focaliza en la salvaguardia de las aves de presa, así como de sus presas y hábitats. Aunque los cetreros son de diferentes orígenes, en todo el mundo comparten los mismos valores, usos y costumbres en lo que respecta a la cría y el adiestramiento de las aves, al equipamiento utilizado y a la relación entre el cetrero y su halcón, buscando siempre el bienestar animal. Forman también parte de la comunidad de la cetrería las entidades que se consagran a la cría, los cuidados veterinarios y la salvaguardia de las aves de presa, así como las que se dedican a fabricar equipamientos para los cetreros.
Como lo plantea la UNESCO, la práctica de la cetrería moderna no centra su esfuerzo solo en la actividad cinegética, sino a beneficios a la sociedad.